sábado, 25 de octubre de 2008

Una vez escogida la película

Después de pasarte largo rato viendo en la cartelera todas las películas que se ofertan, eliges una y te dispones a comprar la entrada en taquilla.
Por supuesto casi nunca está libre, por lo que tienes que pasar un ratito en la tan agradable cola de gente.
Tras llegar enfrente de la taquillera en cuestión (si vais al Aljub veréis que hay dos, tres a lo sumo) para doscientosveintidosmil ilicitanos, pides tu entrada.
A continuación os narro el diálogo que se procuce durante la transacción.

- Tú: Hola buenas, dos entradas para la peli (la que sea)
- Ella: ¿A qué hora?
- Tú: (preguntándote si a las 22:30 de la noche la gente compra una entrada para la sesión golfa, o es que la chica tiene pocas luces). Para el pase de ahora.
- Ella: ¿Qué fila quieres?
- Tú: ¿Cuántas hay?
- Ella: Once
- Tú: (pensando: vaya mierda de sala me ha tocado): en la siete.
- Ella: La siete está ocupada, ¿qué tal la nueve?
- Tú: Vale perfecto la nueve está bien.
- Ella: Pero es en un lateral.
- Tú: (vaya, qué mala suerte tengo): entonces otra, ¿la cuatro está libre?
- Ella: Sí, pero se ve muy cerca.
- Tú: (Y a tí que te importa si no vas a ver la película). Ah, gracias por avisar, ¿Cuál más tienes?
- Ella: la ocho está libre y centrada.
- Tú: (menos mal creía que se me hacía tarde para entrar): Pues esa.
- Ella: Aquí tienes, gracias
- Tú: ... de nada (a la próxima las compro por internet)

La siguiente entrada del blog transcurrirá en el cine, desde que llegas a la sala hasta que empieza la película.

Hasta la próxima.

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